Juana Belén fue la primera intelectual autónoma, precursora de la revolución mexicana. La lucha de Juana Belén duró toda su vida; estuvo dispuesta a defender a toda costa lo que entendemos por justicia social, por libertad y autonomía y aun así es practicamente desconocida en los libros de historia.
Cuando el gobierno de la Ciudad de México decidió edificar esculturas de heroínas de México, para colocarlas en el Paseo de la Reforma, eligió entre otras a Juana Belén Gutiérrez. Al consultar su biografía, sorprende pensar por qué es tan poco conocida, comparándola con los casos de Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario o Carmen Serdán, por mencionar algunas.
El caso es que Juana Belén sostuvo una participación política sorprendente. Fue desde muy joven periodista en algunos de los periódicos más influyentes y participó en organizaciones revolucionarias importantes, como la de los hermanos Flores Magón y la de Emiliano Zapata. Fue además una valiente y obstinada feminista y pasó algunos de sus mejores años en la cárcel debido a su militancia política.
Imagen: Escultura de Juan Belén en el Paseo de la Reforma.
Juana Belén nació en el seno de una familia campesina muy pobre de San Juan del Río, Durango, el 27 de enero de 1875. Su padre era peón y su madre una católica muy devota.
Desde pequeña leyó libros de anarquismo y socialismo, influenciada por una organización política que actuaba en su región. Casó con un minero analfabeto, a quien enseñó a leer y escribir.
Imagen: Casa antigua en San Juan del Río, Durango.
Cuando tenía 22 años de edad comenzó a escribir para dos periódicos, El Diario del Hogar y El Hijo de Ahuizote, que eran medios muy críticos hacia la dictadura de Porfirio Díaz.
Y debido a la defensa que hizo de los derechos laborales de los mineros de La Esmeralda, fue perseguida por el gobierno y, por primera vez en su vida, fue a dar a la cárcel.
Imagen: Portada de el periódico El Ahuizote.
En 1901 fundó el periódico Vésper. Se trataba del primer periódico político escrito y editado por mujeres. El cual, por cierto. hacía fuertes críticas al régimen de Porfirio Diaz. A partir de la edición de Vésper, Juana experimentó la implacable persecución de la policía porfiriana que la recluyó en varias oportunidades en la cárcel, además de incautarle sus instrumentos de prensa.
Imagen: Portada del periódico Vesper.
En 1903 la vemos formando parte del Club Liberal Ponciano Arriaga. Su militancia en esta organización la llevó una vez más a ser encarcelada, esta vez junto con Camilo Arriaga, y los hermanos Flores Magón, en la cárcel de Belén, para después ser desterrada a los Estados Unidos.
A su regreso a México, Juana volvió a sufrir el encarcelamiento, pero esta vez fue recluida durante tres años, en la peor de las cárceles, la de San Juan de Ulúa, en Veracruz, en la que muchos presos morían por las condiciones insalubres de las celdas.
Imagen: Celda para prisioneros en la cárcel de San Juan de Ulúa.
El 20 de noviembre de 1910 estalló la revolución en contra del dictador Porfirio Díaz, que llevaba más de 30 años en el gobierno. Al año siguiente, después del triunfo de los revolucionarios, Francisco I. Madero fue electo presidente. Muy pronto, Juana Belén se dirigió a Madero pera exigirle que autorizara el voto femenino.
Y en 1911 colaboró con Emiliano Zapata en la redacción del Plan de Ayala, que exigía al gobierno de Madero el reparto agrario. Zapata, por su parte, la nombró coronela, encargándole formar el Batallón Victoria para combatir al régimen de Madero.
Imagen: Firmantes del Plan de Ayala.
En 1913, el presidente Madero fue asesinado, ocupando su lugar un oscuro general de nombre Victoriano Huerta, por lo que los dirigentes revolucionarios como Carranza, Villa y Zapata reanudaron las hostilidades, esta vez en contra del usurpador Huerta.
En los años que duró la Revolución, Juana Belén continuó organizando agrupaciones obreras, entre las que destaca Las Hijas del Anáhuac, grupo formado por una 300 mujeres que organizaban huelgas para exigir mejores condiciones laborales para las trabajadoras del país.
Imagen: Juana Belén Gutiérrez
Al triunfo definitivo de la Revolución, Juana dedicó sus esfuerzos a fundar y colaborar con organizaciones que exigían igualdad de derechos para la mujer, tal es el caso del Consejo Nacional para las Mujeres.
Además participó en el Frente único Pro Derechos de la Mujer, que buscaba integrar las demandas obreras de la mujeres al programa político feminista.
Imagen: Mujeres feministas en México.
En la época posrevolucionaria colaboró con diversos gobiernos. Fue nombrada directora del Hospital de Zacatecas y entre 1925 y 1930 fue inspectora federal de escuelas en Querétaro y Zacatecas.
En esta época continuó editando periódicos feministas y desarrolló una actividad febril apoyando las demandas de mujeres obreras y campesinas del país.
Imagen: Juan Belén. Foto de estudio.
Juana Belén murió el 13 de julio de 1942 en la Ciudad de México. Su legado es impresionante y se encuentra registrado en los múltiplos artículos que escribió en diversos periódicos y en libros como Por la tierra y por la raza, en el que plasmó su ideario revolucionario.
Imagen: Juan Belén. Foto de estudio.
Te recomendamos ver los cortometrajes titulados:
Documental. 8 mins.
Comments