México es uno de los países del mundo que cuenta con una mayor cantidad de museos y sitios arqueológicos. Y muy a pesar de los avances que ha registrado la comunicación digital, nuestro país vive una especie de fiebre de creación de museos.
Un ejemplo claro de este fervor por los museos es la ciudad de Puebla y sus alrededores, en donde entre los años de 2010 y 2016 se crearon el Museo de la Música de Viena, el Museo del Ejército y la Fuerza Aérea y el Museo Regional de Cholula y se renovaron integralmente los museos de la Evolución y de la No Intervención. Por último, en lo que podría considerarse como el platillo fuerte de la cultura poblana, se creó el Museo Internacional del Barroco.
Inaugurado el 4 de febrero de 2016, el Museo Internacional del Barroco nos ofrece la posibilidad de realizar un apasionante recorrido por las diferentes modalidades que adoptó el estilo barroco en la Nueva España.
Imagen: Interior del Museo Internacional del Barroco
El Barroco
Más que una corriente artística, el barroco fue un período de la historia en la cultura occidental, caracterizado por una nueva forma de concebir el arte y que produjo obras en numerosos campos artísticos como la literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza y teatro.
El estilo barroco surgió en Italia, a principios del siglo XVII, en el contexto de una encarnizada lucha de la Iglesia católica por recuperar a cientos de miles de fieles que habían adoptada la religión protestante de Lutero. El Barroco rompía en forma tajante con los cánones clásicos, basados en la armonía y la proporción y se lanzaba hacia la búsqueda de lo imaginario y lo infinito, inspirado en la naturaleza, voluble, misteriosa e inabarcable.
Imagen: Busto del rey de Francia, Luis XIV, realizado en bronce por el escultor Gianlorenzo Bernini. Siglo XVII.
Los nuevos templos del barroco ostentaban en sus fachadas y retablos, una profusión de columnas estípites y salomónicas, figuras florales y de conchas marinas, ángeles y querubines, que estimulaban la imaginación y la fe de los fieles católicos, haciéndoles sentir la infinita grandeza de Dios.
El Barroco se desarrolló principalmente en la Europa occidental, aunque muy pronto se extendió a las colonias americanas, muy en especial en la Nueva España, en donde se edificaron una diversidad de templos, conventos, hospitales, colegios y palacios, luciendo la riqueza de las ornamentaciones correspondientes a esta corriente.
Imagen: Interior del Templo de Santa Prisca, en Taxco, Guerrero, uno de los
máximos exponentes del estilo barroco en México.
El Museo
Uno de los atractivos de este museo es sin duda su genial diseño arquitectónico, el que estuvo a cargo del arquitecto japonés Toyo Ito, quien por cierto ganó el Premio Pritzker de Arquitectura en 2013, es decir, el equivalente al Premio Nobel para aquella profesión.
En lo que toca a su museografía, el museo nos brinda en siete salas de exhibición un panorama muy completo del barroco en las diversas modalidades del arte, es decir, la arquitectura, la pintura y escultura, las letras y la ciencia, el teatro, la indumentario y las artes decorativas, así como la música y la danza, poniendo ante nuestras ojos una variada muestra de obras de arte originales que ilustran estos temas.
El barroco poblano
El museo tiene una sala dedicada al barroco en la Ciudad de Puebla, que nos muestra los más destacados templos y casas representativas de esta corriente artística.
Quienes hemos visitado el Museo Internacional del Barroco, hemos tenido el privilegio de descubrir que el Barroco es una de las más importantes manifestaciones del arte y del pensamiento universal, que sin duda nos ayuda a comprender de mejor forma a las sociedades humanas, en el devenir del tiempo.
Te recomendamos leer:
Serge Gruzinski. La Ciudad de México, una historia. Fondo de Cultura Económica. 2014.
Este libro contiene una pormenorizada descripción de la sorprendente evolución cultural y artística de nuestra ciudad capital, desde la época colonial, destacando el florecimiento del estilo barroco en esta importante urbe.
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